viernes, 18 de junio de 2010

Turismo místico en Tumbes

El pueblo tumbesino es muy supersticioso desde épocas pasadas. Entre las supersticiones tenemos:

El Chucaque.- Malestar físico que se presenta con fuerte dolores de cabeza y estómago, producidas por que la persona ha pasado una situación ridícula o vergonzosa, se cura mediante masajes en el abdomen, rezos e insultos dimidos a quien provoco la situación.

El Susto.- Enfermedad que afecta a las personas que deben curarse escupiéndolas con una pócima hecha a base de hierba.

Mal de Ojo.- Enfermedad que ataca generalmente a los niños, cuyo síntoma son fiebre alta, vómitos y diarrea. La medicina folklórica cura este mal mediante rezos y masajes que se dan al paciente. El origen radica en las miradas fuerte y peculiar de algunas personas sobre otras, este mal tiene mayor incidencia en los niños y se cura con la práctica de continuos rezos.

La Brujería.- Esta creencia está muy arraigada en la región, especialmente cuando existen 2 enemigos. Uno de los enemigos acude al curandero o brujo para que trate de interceder en la apuesta de enfermedades misteriosas e incurables.

Las sesiones de curanderismo tienen su orden establecido que podría sintetizarse de la manera siguiente: duran alrededor de ocho horas, desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana del día siguiente; el maestro cita a los pacientes, luego de una consulta previa, muy somera, al lugar donde tendrá lugar la curación. El escenario se construye a partir de la "mesa" o espacio determinado que contiene a manera de altar, los elementos que necesita para cumplir con su tarea. El conjunto es heterogéneo, pero suele contener imágenes católicas (Santa Rosa es una de las más frecuentes) crucifijos, frascos con diversos preparados, pero donde no falta agua florida, bastones, espadas, ceramios precolombinos, recipientes de yerbas, piedras, cristales y sonajas.

Cada curandero da a su mesa un toque muy personal, y las explicaciones sobre la disposición y orientación de los objetos varían notablemente. Sin embargo, "las mesas" suelen estar divididas en dos "campos", los elementos de la izquierda desatan y combaten el "daño" sufrido por el paciente, los de la derecha sirven para reconstruir su salud física y espiritual.

Los maestros curanderos del norte del Perú, al igual que sus colegas de la sierra, son muy reconocidos a nivel nacional e internacional, sin embargo antes de realizar cualquier sesión, recomendamos informarse previamente sobre la persona que realizara el rito.

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